MONDARIZ.
51 km > 1h. y 4 min. en cocheAutopista Peaje (Google maps) 




La “Muy Hospitalaria Villa” de Mondariz-Balneario es un destino excelente para vivir una experiencia centrada en el relax termal, referente termal en Europa desde finales del siglo XIX. Este minúsculo ayuntamiento de 2,4 km2, el más pequeño de España, concentra múltiples maravillas patrimoniales, históricas y naturales, y un rico anecdotario alrededor de la cultura balnearia. Aquí recuperamos los ecos de la Belle Époque y los años dorados del termalismo a finales del XIX y principios del XX, cuando Mondariz era un referente obligado de lujo y grandiosidad.

El “Gran Hotel”, proyectado por el arquitecto Genaro de la Fuente, caracterizado por su lujo y grandiosidad, adquirió fama mundial y atrajo a huéspedes ilustres como el mismísimo magnate Rockefeller. También Primo de Rivera, la Infanta Isabel de Borbón, Luis Peral, Emilio Castelar o Ramón Cabanillas subieron algún día las impresionantes escalinatas de corte imperio que conducían a una de sus 250 habitaciones. Llegaron a acuñar una moneda propia, a tener un programa operístico propio y a editar una gaceta. Estos son sólo algunos de los numerosos ejemplos que os harán imaginar la magnitud e importancia del complejo.

En abril de 1973 un incendio asoló el espectacular edificio, dejando en pie sólo las piedras que hicieron posible una fiel reconstrucción de su fachada original, tras la que hoy se encuentra un bloque de viviendas. Sentados en los bancos del palco de la música, cercano al monumento al doctor Enrique Peinador, podemos pararnos a admirarla.

En las calles aledañas veréis los edificios “Baranda” y “Antonio Palacios”. El primero albergó un teatro y hoy acoge el balneario, parte de los cuartos del hotel y una tienda de productos del centro termal. El segundo lo distinguimos por su torre, donde se encuentra la “Suite del Mirador” del hotel y el centro de congresos.Tampoco se os pasará por alto la Fuente de Gándaraun exquisito templete de estilo clasicista, obra del arquitecto Antonio Palacios. Os sugerimos que accedáis al interior de la cúpula y aprovechéis alguno de los bancos de la entrada para descansar.Os llamará la atención la curiosa forma de la fuente. Bajad hasta ella y en el depósito observaréis el tono ferruginoso del agua. Siempre hay un vaso al lado para probarla. No debe desanimaros su olor, mientras que su sabor es similar a cualquier agua con gas. Su composición carbogaseosa, bicarbonatado-cálcica y ferruginosa es indicada en afecciones metabólicas, locomotoras, respiratorias, nerviosas y cardiovasculares, entre otras. Si echáis un vistazo a la placa colgada en la pared izquierda os asombraréis de cuántas dolencias puede combatir.


Y de un manantial nos dirigimos a otro, conocido como Fuente de Troncoso. El recorrido discurre paralelo al cauce del río Tea, ideal para disfrutar del sonido del agua y del colorido y frescor de la vegetación. De camino toparéis un puente. Cruzadlo si os apetece visitar la playa fluvial de Mondariz-Balneario, de fina y blanca arena. Mojar los pies en las transparentes aguas del Tea seguro que os reconforta.
Tras el refrescante inciso debéis atravesar de vuelta el puente y seguir siempre en línea recta hasta la fuente, que identificaréis por su estructura de hierro forjado y su tejado de uralita azulada. De aquí brotaron las primeras aguas mineromedicinales descubiertas y con ellas el origen de una historia de esplendor y un hito del termalismo en Galicia.

El Hotel Balneario de Mondariz dispone de un circuito termal en el Palacio del Agua. El recinto acoge cerca de 3.000 metros cuadrados dedicados al ocio y al relax, pero también espacios lúdicos específicos para niños.

La gran piscina central, de 300 metros de lámina de agua, bajo una inmensa cúpula acristalada que inunda el recinto de luz natural, es la protagonista. También existen minipiscinas panorámicas en el piso superior, saunas a distintas temperaturas y humedades.